
En la era digital actual, la flexibilidad se ha convertido en un pilar fundamental para aumentar la productividad en las organizaciones. La capacidad de adaptarse a las necesidades cambiantes del mercado y de los empleados permite a las empresas no solo sobrevivir, sino prosperar. Sin embargo, esta flexibilidad también ha dado lugar a un fenómeno preocupante: la aparición de la TI sombra, que genera paisajes de datos fragmentados y descontrolados.
La TI sombra se refiere al uso de sistemas y soluciones de tecnología de la información que son utilizados por los empleados sin la aprobación o el conocimiento del departamento de IT. Este comportamiento, aunque motivado por la búsqueda de mayor eficiencia y autonomía, puede tener repercusiones significativas en la gestión de datos de la organización.
Uno de los principales retos que presenta la TI sombra es la creación de una estructura de datos dispersa, donde la información se almacena en múltiples aplicaciones y plataformas que no están integradas. Esto no solo dificulta el acceso y la disponibilidad de la información, sino que también plantea riesgos en términos de seguridad y cumplimiento normativo.
La falta de visibilidad sobre dónde se encuentran los datos y quién tiene acceso a ellos puede llevar a inconsistencias y redundancias, complicando la toma de decisiones y afectando la productividad que se busca fomentar. Además, en un contexto donde la protección de datos es cada vez más crucial, las organizaciones deben ser proactivas en la regulación de las herramientas que utilizan sus empleados.
Es imprescindible que las empresas establezcan políticas claras sobre el uso de software y aplicaciones, fomenten la comunicación abierta y eduquen a sus empleados sobre el impacto que la TI sombra puede tener en la organización. Al mismo tiempo, es crucial que el departamento de IT se adapte a estas nuevas dinámicas, incorporando soluciones que ofrezcan flexibilidad, al tiempo que mantengan la cohesión y seguridad de los datos.
Crear un entorno que permita a los empleados trabajar de manera eficiente, sin comprometer la seguridad y el control de datos, es un desafío que todo líder empresarial debe afrontar. Solo así se podrá cultivar una cultura de productividad sostenible que aproveche al máximo los beneficios de la flexibilidad sin caer en las trampas que la TI sombra puede presentar.
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