Estados Unidos entró este miércoles en parálisis presupuestaria, y la situación no parece que vaya a resolverse pronto. Una nueva votación en el Senado no logró desbloquear el embrollo, dejando entrever una dura pugna entre los republicanos del presidente Donald Trump y la oposición demócrata.
Este es el primer cierre o ‘shutdown’ desde 2019, cuando se vivió el más largo en la historia, ¡nada menos que 35 días!
La situación actual no es sencilla. Aunque el Senado tiene una mayoría republicana de 53 escaños de un total de 100, necesitan al menos siete votos más (donde se requieren 60 en total para votaciones presupuestarias). Solo tres demócratas se dejaron llevar por el barco y votaron a favor de la propuesta de los republicanos, como si esto fuera una fiesta exclusiva a la que otros no pueden entrar.
El proyecto provisional de extensión del gasto público ha estado atrapado en una trampa política desde que la Cámara de Representantes lo aprobó por un estrecho margen entre los republicanos. Ahora, cientos de miles de empleados gubernamentales se encuentran en un limbo, algunos cesaron su trabajo y otros, incluso los que están involucrados en la seguridad nacional, están obligados a presentarse a trabajar sin derecho a sueldo. ¿No es un panorama complicado?
La Casa Blanca no se ha quedado callada. En su cuenta de X, lanzaron un mensaje fuerte y claro: “Los demócratas cerraron los servicios del Estado”, acompañándolo con un reloj que cuenta los días de la parálisis. ¡Ciertamente no es el tipo de atención que esperaban!
¿Y qué pasa con la atención médica?
En medio de todo esto, el portal de la NASA dejó claro que la agencia está “actualmente cerrada debido a una interrupción del financiamiento gubernamental”. Las embajadas estadounidenses también se están viendo afectadas y han decidido no actualizar información, excepto aquellas relacionadas con la seguridad inmediata.
Por suerte, no todo está cerrado. Los parques nacionales permanecen abiertos, aunque los servicios de limpieza y vigilancia no están garantizados. Así que si piensas ir de excursión, ¡prepárate para llevarte tu propia basura!
Los estadounidenses todavía recibirán sus cheques de jubilación y desempleo, y, por supuesto, el correo sigue llegando. Eso es un alivio, ¿verdad?
Los líderes demócratas en el Congreso, Chuck Schumer y Hakeem Jeffries, criticaron duramente a Trump y a los republicanos, argumentando que “están cerrando los servicios del Estado porque no quieren proteger la atención médica del pueblo estadounidense”. ¡Que fuerte!
El vicepresidente, JD Vance, está dispuesto a negociar, pero solo después de reabrir el Estado. Suena a que se necesita un poco más de cooperación de ambas partes.
El impacto en la economía
Hablando de dinero, los republicanos acusan a los demócratas de querer mantener altos los gastos en salud que se vieron durante la pandemia del covid-19. Y adivina qué, la Oficina de Presupuesto de la Casa Blanca ya empezó a poner en marcha un plan para un “cerrado ordenado”.
Se estima que 750,000 funcionarios federales están afectados por esta parálisis. Según los expertos, cada semana de cierre podría reducir el crecimiento del PIB en 0.2 puntos porcentuales. El último cierre, que fue bajo la administración de Trump, también tuvo un impacto significativo, estimándose una disminución de 11,000 millones de dólares en el PIB.
Desde 1976, hemos visto 21 cierres parciales del gobierno. Cada uno con historias propias, pero este dramático episodio nos recuerda cuán interconectados están nuestros servicios gubernamentales y cómo las disputas políticas pueden afectar a millones.
Así que, mantén la calma y sigue informado. ¡Esto es solo el comienzo de una novela política que aún no ha terminado!
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