Google reparte beneficios entre los fabricantes de teléfonos móviles y tablets que montan Android. Se trata de una pequeña parte de sus ingresos en función de las búsquedas realizadas desde los dispositivos, o de las aplicaciones que se compran a través de su tienda, la Google Play Store. Pero ahora, a tenor de documentos surgidos a partir del juicio contra Epic, parece que Google tenía un programa aún más suculento en marcha.
Como parte de la demanda antimonopolio presentada por Epic contra Google a raíz de las comisiones de las compras dentro de Fortnite y otros juegos de la compañía, se ha sabido que Google prohibe pre-instalar tiendas de apps alternativas a Google Play. Aunque la expresión correcta no es “prohibe”, pues técnicamente lo que Google hace es pagarte más si en tu dispositivo sólo está presente Google Play.