
¡Hola, lectores! Hoy quiero hablarles sobre un tema que está en el corazón de muchos mexicanos y también a nivel global: la lucha contra el cambio climático. Recientemente, se llevó a cabo la conferencia ‘PreCOP30’ en la que el Gobierno de México presentó su ambicioso plan para reducir 225 millones de toneladas de emisiones de gases de efecto invernadero para el año 2030. Suena genial, ¿verdad? Pero… hay un pequeño detalle que no podemos pasar por alto.
Mientras que el anuncio promete un camino más sostenible, varios análisis realizados por organizaciones no gubernamentales (ONGs) han señalado contradicciones inquietantes. La misma política que busca reducir emisiones parece estar apoyando a Pemex, la empresa estatal de petróleo, y eso echa por tierra parte de las metas propuestas. La dependencia de combustibles fósiles en el país, sumada a un presupuesto ambiental que muchos describen como ‘raquítico’, genera una gran pregunta: ¿cómo se puede avanzar hacia un futuro más verde si seguimos dando la espalda a lo que realmente importa?
La realidad es que, aunque las intenciones sean buenas, las acciones deben estar alineadas con las palabras. Es como decir que quieres llegar a ser un atleta, pero sigues comiendo fast food todos los días. Entonces, ¿qué podemos hacer como ciudadanos? Mantenernos informados, exigir transparencia y, sobre todo, dudar un poco más de las promesas que, aunque sean atractivas, necesitan tener respaldo en acciones concretas.
Así que la próxima vez que escuchemos sobre políticas verdes, valdrá la pena preguntarnos: ¿realmente están promoviendo un cambio significativo, o son solo palabras ventosas en un evento? Estemos atentos y participemos en el futuro de nuestro planeta. ¡Hasta la próxima!
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