Después de años de silencio y represión, parece que las manifestaciones vuelven a asomar en los márgenes de la conferencia sobre el clima en Brasil. ¡Por fin! Después de un largo periodo donde las voces de la sociedad civil fueron acalladas, ahora hay un atisbo de esperanza. La gente está lista para salir a las calles y expresar su preocupación por nuestro entorno y el futuro del planeta.

Pero, como muchas cosas en la vida, no será un camino fácil. La nueva presidencia brasileña tiene la difícil tarea de deshacer nudos que se han ido formando a lo largo de los años. Desde el apoyo a políticas que favorecen la deforestación, hasta la falta de atención a las comunidades indígenas que siempre han sido los verdaderos guardianes de la tierra, hay un montón de desafíos que enfrentar.

Por un lado, es genial ver que las manifestaciones pueden volver, porque es esencial que las voces de la ciudadanía sean escuchadas en un tema tan crucial como el cambio climático. Pero por otro lado, queda la gran pregunta: ¿será la presidencia actual capaz de manejar estas demandas y dar espacio a una verdadera conversación sobre el futuro del clima? Dependerá de cómo se aborden estos temas en la conferencia y de si realmente se abrirán los canales necesarios para que todos puedan participar.

Así que, mientras esperamos noticias sobre lo que sucederá en la conferencia, no podemos dejar de recordar lo importante que es mantener la presión y asegurarnos de que estas manifestaciones sean escuchadas. ¡Porque el clima no puede esperar y nuestras voces tampoco deberían ser silenciadas! Es un momento crucial para Brasil y para el mundo. ¿Estás listo para unirte a la conversación?
Tras años de mordaza, las manifestaciones pueden volver a los márgenes de la conferencia sobre el clima. Pero los nudos que debe deshacer la presidencia brasileña siguen siendo muchos.

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