¡Hola a todos! Hoy quiero contarles una anécdota divertida (y un poco extraña) que me sucedió con mi asistente de IA de Google y mi perro, Rufus. Como saben, estos asistentes son geniales para tareas cotidianas: te pueden ayudar a recordar cosas, encender luces, reproducir música, y hasta darte recetas para esos días en los que no tienes ganas de pensar. Pero, ¿qué sucede cuando la tecnología se pasa de la raya?
Todo comenzó un día normal. Estaba en la sala mirando un episodio de mi serie favorita, y le pedí a Google que encendiera las luces del salón. Instantáneamente, la luz se encendió y todo se sintió brillante y acogedor. Rufus, que estaba acurrucado a mi lado, se despertó de su siesta y miró a la lámpara como si hubiera visto un fantasma. Ahí fue cuando ocurrió la tragedia.
Sin pensarlo, le dije al asistente que hiciera un ruido de ladrido. Pensé que sería gracioso y que Rufus jugaría un poco. Pero, ¡oh sorpresa! En lugar de eso, el asistente respondió: ‘Lo siento, no puedo ladrar mejor que tu perro’. En ese instante, literalmente vi cómo a Rufus se le caía la cara. Se giró hacia mí con una expresión de ofensa, como si estuviera diciendo: ‘¿En serio? ¿El asistente de IA cree que puede competir conmigo?’
Mientras trataba de calmar a Rufus, no pude evitar reírme. Es una locura cómo la tecnología puede a veces herir los sentimientos de nuestros amigos peludos. Pero al final del día, hay que admitir que, a pesar de mis problemas de asistente de IA y los celos de mi perro, hay una cosa que realmente aprecio: ¡la capacidad de encender automáticamente las luces!
Así que aquí estoy, tratando de reconciliarme con Rufus mientras le explico que, aunque el asistente de IA puede no ladrar mejor que él, al menos me facilita un poco la vida. Eso sí, tendré que tener cuidado con lo que le pido en el futuro para no ofenderlo más. La tecnología puede ser útil, pero nuestros amigos leales siempre tendrán un lugar especial en nuestros corazones (y sillones).
¡Cuéntenme sus anécdotas con sistemas de IA y mascotas! Siempre es bueno saber que no estoy solo en esta locura. ¡Hasta la próxima!
El asistente de IA de Google ofendió a mi perro, pero al menos puede encender automáticamente las luces por mí.
from Wired en Español https://es.wired.com/articulos/gemini-ya-es-el-cerebro-de-google-home-pero-sigue-confundiendo-a-mi-perro-con-un-gato
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