La revolución digital se ha convertido en un término que remite en seguida a las tecnologías tangibles: la realidad virtual, la robotización y los vehículos autónomos, por ejemplo. Sin embargo, la nueva era de las máquinas es invisible. La llamada cuarta revolución industrial se centra menos en los desarrollos palpables, que en aquellos que escapan a nuestra vista, pero cuyos efectos percibimos en sectores tan diversos como el financiero y las redes sociales.

La nueva edición de la revista Expansión analiza tres tendencias digitales que están redefiniendo el mundo empresarial, el panorama emprendedor y el mundo financiero: el cómputo cognitivo, la revolución del blockchain y el código abierto.

El cómputo cognitivo, no es el fenómeno tétrico de las películas de ciencia ficción. Si bien, es la punta del iceberg para que las computadoras puedan tomar decisiones de forma similar a como lo haría un cerebro humano, su impacto real no será la extinción de la raza humana, sino ayudar a resolver problemas que la humanidad no ha podido desentrañar en el campo de la salud y las finanzas, por ejemplo.

En el mundo financiero, el blockchain promete transformar el concepto del pago y las transacciones monetarias. Atraídos por la promesa de ahorro en los costos de operación, los grandes bancos se están sumando a esta tendencia tecnológica que sentó las bases de criptomonedas como Bitcoin. Al mismo tiempo, esta tendencia es campo fértil para las startups financieras, o fintech. A finales de 2015, existían 150 de ellas en México, pero se estima que para 2018 lleguen a 500.

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