Ningún otro líder internacional ha sido tan asiduo a la Casa Blanca durante el mandato de Donald Trump como Benjamín Netanyahu. Este lunes, el primer ministro israelí volvió a hacer su aparición en el Despacho Oval, marcando su cuarta visita en tan solo ocho meses. Pero, ¿realmente vale la pena tanto ir y venir? Las reuniones anteriores no han dejado más que la sensación de que Netanyahu solo busca ganar tiempo mientras continúa su ofensiva en Gaza, que ya se ha prolongado casi dos años.
Antes de iniciar el encuentro, Trump se mostró “muy confiado” de que esta vez podría haber un principio de acuerdo que detenga la guerra. Sin embargo, muchos se preguntan si estas reuniones están destinadas a ser más que un simple calentamiento de sillas. Con toda la tensión que rodea a la región y las constantes presiones internas que enfrenta Netanyahu, el panorama sigue siendo incierto.
¿Nos acercamos a una solución o simplemente estamos ante otro capítulo de un largo y frustrante proceso? El tiempo lo dirá, pero lo que está claro es que el conflicto en Gaza no puede seguir olvidado en la mesa de los negociadores.
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