Hoy quiero hablarte de un tema que quizás no esté en tu radar, pero que es de suma importancia: las sustancias perfluoradas, o PFAS, como se les conoce en el mundo de los químicos. Estas sustancias son versátiles y se utilizan en innumerables productos que todos usamos, desde ropa impermeable hasta sartenes antiadherentes. Sin embargo, hay un lado oscuro que no podemos ignorar.

Un reciente informe de la Red de Acción en Plaguicidas de Europa, conocido como PAN Europe, ha revelado que algunos pesticidas que contienen PFAS se descomponen en el medio ambiente generando TFA (ácido trifluoroacético), una sustancia tóxica que permanece en nuestro entorno y contamina ríos y acuíferos en toda Europa. La investigación ha mostrado que incluso el río Besòs en Barcelona no se ha librado de esta contaminación.

Lo más preocupante es que esta sustancia no solo afecta al ecosistema, sino que también puede tener efectos nocivos en la salud humana. De hecho, la Agencia Europea de Sustancias Químicas está considerando una propuesta para restringir estos plaguicidas; sin embargo, muchos expertos advierten que la regulación llega demasiado tarde y que ya estamos pagando las consecuencias.

Es fundamental que estemos informados y conscientes de lo que sucede a nuestro alrededor. La salud del planeta y la nuestra dependen de ello. Así que, la próxima vez que compres un producto, piensa en su impacto a largo plazo. ¿Vale la pena?

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