Todo estaba previsto para que Begoña Gómez, la esposa de Pedro Sánchez, acudiera este sábado por la tarde a los juzgados de la plaza de Castilla de Madrid. Allí, había sido citada por el magistrado Juan Carlos Peinado para cumplir con un mero trámite procesal: concretarle su imputación por un supuesto delito de malversación de caudales públicos. Este paso era crucial para enviar la causa a un tribunal del jurado.
El juez atribuye este delito a la mujer del presidente por los supuestos trabajos privados que, como favor, realizó para ella Cristina Álvarez, la asesora que La Moncloa le contrató en 2018 para gestionar su agenda pública. Sin embargo, Gómez decidió no acudir a la citación y delegó su presencia en su abogado, lo que ha generado un revuelo mediático y una serie de reacciones.
Pero, ¿qué significa esto realmente? ¿Está Begoña evitando responsabilidades o simplemente tomando una estrategia legal prudente? La decisión de no presentarse ante el juez ha suscitado diferentes opiniones, desde quienes la apoyan hasta quienes la critican. La realidad es que este caso ha puesto a la esposa del presidente en el centro de una tormenta política que no parece calmarse pronto.
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