A nuestro smartphone podemos encontrarle mil y una utilidades. Es nuestra herramienta de estudio, de trabajo, de comunicación social, de información y también de entretenimiento. En este último apartado estamos viendo incluso móviles cuyo objetivo principal es conquistar a los amantes de los videojuegos, con procesadores hechos a medida para realzar la experiencia gaming al más alto nivel.

El juego que os traemos hoy no exige las prestaciones más avanzadas en cuanto a procesador o gráficos, pero cuenta con otro factor curioso que ha llamado nuestra atención. Se trata de Skapp, un videojuego que nos propone convertir nuestro smartphone en un skate. Sí, así tal cual suena. Por fin eso de tirar el móvil al aire por puro aburrimiento ha adquirido una nueva dimensión.

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Control de la tabla mediante el smartphone

Con Skapp convertirás tu smartphone en un skate.

El funcionamiento de Skapp es de lo más sencillo. Tu móvil es un skate y funciona como tal; si gira, el skate también lo hace. Si salta, el patinete hace lo propio. Todo ello con el puro movimiento del teléfono gracias al giroscopio y al acelerómetro que lleva incorporados el teléfono inteligente. Eso sí, funciona de manera óptima con ayuda de sistemas de inteligencia artificial que han aprendido a identificar patrones de movimiento para reproducirlos en el juego con exactitud.

La parte más sorprendente de este videojuego frente a otros de funcionamiento similar, es que no es un juego para disfrutar en tu móvil a secas, sino que el teléfono sirve de mando para jugar en otras plataformas. Si todo sale bien, el objetivo es lanzarlo en PlayStation, PC, XBOX y Nintendo Switch.

En cualquiera de los soportes en los que se juegue el funcionamiento es el mismo. El móvil es un patinete y a través del modo historia deberemos ir completando diferentes retos en forma de piruetas o gestos específicos. También hay retos individuales y diferentes niveles para que compruebes si tu destreza con el movilpatinete mejora o no.

Un ¿peligro? para las pantallas

Posición de las manos en Skapp.

Como es lógico, el miedo a romper la pantalla está ahí, por eso desde el equipo de desarrolladores aconsejan jugar sobre una superficie acolchada, minimizando así cualquier riesgo. Pese al temor que puede causar de primeras, los fundadores de Skapp aseguran no “haber roto ninguna pantalla durante las miles de pruebas realizadas”, por lo que podemos relajarnos y disfrutar de esta inmersiva e innovadora experiencia.

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Skapp se ha lanzado a través de la plataforma kickstarter buscando financiación. La aportación voluntaria estará disponible hasta el 26 de noviembre y, si por aquel entonces se ha alcanzado el objetivo, llegará a desarrollarse por completo.

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