No hay duda de que los teléfonos móviles se han convertido en unos increíbles aliado para los amantes de la fotografía, hasta el punto de que los smartphones son unos sustitutos perfectos a las cámaras compactas.

Mientras que prácticamente todos sabemos hacer fotografías a paisajes, retratos e incluso selfies, hay otro tipo de fotografía que se ha vuelto muy popular, la fotografía bajo el agua.

Y dado que muchos terminales son resistentes y sumergibles al agua, ¿por qué no probar esta interesante disciplina? Eso sí, seguid nuestros consejos.

1. Verifica que tu smartphone es resistente al agua

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Lo primero y lo más importante es conocer la certificación de tu dispositivo y verificar que efectivamente es resistente y sumergible al agua.

En el caso de que no lo sea –incluso aunque lo sea, os lo recomendamos– existen fundas herméticas que nos servirán para introducir el smartphone en el agua y evitar el desastre.

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2. Consejos para hacer fotografías bajo el agua

La fotografía móvil no tiene límites

Hay que entender que hacer fotografías debajo del agua no es lo mismo que hacerlas en tierra. En primer lugar la iluminación. Si bien “en tierra” es aconsejable hacer fotografías por temprano por la mañana o por la tarde, cuando el sol no está en lo más alto, debajo del agua todo lo contrario. Esperaremos a que el sol esté en lo más alto para obtener la mejor iluminación.

Por otro lado hay que tener en cuenta la claridad del agua y es que evidentemente las fotografías tendrán mejor calidad si el agua está poco turbia como el caso de una piscina.

Por supuesto si utilizamos una funda protectora, antes de introducir el smartphone de ella iniciaremos la app de la cámara. Para tomar las fotografías usaremos los botones de subir y/o bajar volumen como disparador, una función que prácticamente todos los teléfonos modernos tienen.

3. Otras cuestiones a considerar

Hay que tener en cuenta que realizar una fotografía al aire libre no es lo mismo que debajo del agua. Por eso mismo siempre tendremos que tener el teléfono completamente cargado ya que una vez sumergido no podremos cargarlo, ni siquiera con una powerbank.

Por otro lado dado que la calidad de las fotografías serán algo peor, es imprescindible que tengamos la lente lo más limpia posible, sin manchas ni suciedad.

Con la fotografía bajo el agua podemos tomar capturas que de otra manera serían imposibles

Por último y no por ello menos importante, aconsejamos realizar fotografías en ráfaga. La razón es muy sencilla. La fotografía al aire libre es mucho más sencilla de controlar por lo que es posible que con una sola fotografía consigamos la toma perfecta. Debajo del agua esto no es así por lo que es posible que tengamos que realizar varias capturas para que todo salga a la perfección. De ahí la necesidad de usar el modo ráfaga.

Lo cierto es que la fotografía bajo el agua es algo realmente divertido y puede ser una buena manera de darle un toque único a nuestras fotografías.

A mayor abundamiento el hecho de poder nadar nos permite tomar ángulos imposibles de alcanzar en el caso de estar en tierra por lo que los límites solo los pone nuestra imaginación.

Eso sí, como hemos dicho anteriormente la fotografía acuática no es idéntica que al al aire libre por lo que hay que cambiar el chip y adecuarse al medio.

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